Daroca siempre, destino Daroca

Al de exponer sucintamente la hermosa singladura de la Música a través de estas treinta ediciones del Curso y Festival Internacional de Música en Daroca (1979-2008), todavía se puede echar la vista al surco abierto para comprobar Ios frutos que, se supone, un día se recogerá. Muchos de cuantos hemos participado en el desarrollo del Curso nos hemos encontrado por los lugares más dispares del mundo »recordemos los lugares del planeta, antes señalados, de donde han partido estos jóvenes, en su mayoría, con destino: Daroca- con hombres y mujeres, por lo general ya profesionales y con magisterio musical en centros oficiales, que nos recuerdan que ellos estuvieron en Daroca. Se han llevado consigo, según nos dicen, no sólo un conocimiento geográfico, extenso, de la ciudad y su comarca, de Zaragoza y de España, sino que también se llevan prendidas en sus ojos las gentes y las tierras aragonesas, que nuca se desprenderán de sus recuerdos más gratos; llevan en su corazón un semilla de amistad que tratarán de hacer fructificado al estilo de los de Daroca, haciendo amigos por doquier; llevan consigo el regusto de haber podido pasar, siquiera unos días, en un ambiente grato, hermoso, aportador de ganas de vivir conforme en Daroca se vive; suenan, tañen, cantan, como un día soñaron que podrían sonar, tañer y cantar en el Curso de Daroca. Son los mejores embajadores que hubiéramos podido desear para dar a conocer a Daroca, a Aragón, a España; lo mejor de cuanto pudiéramos desear, porque “non fecit taliter omni natione” =”No obró de manera semejante con nación alguna”.